miércoles, 8 de junio de 2011

Dia 4

Me merecía un descanso, ver gente diferente, saludar a otros que no conocieran mi nombre, ni mis motivos para estar allí. Un ganadero nos dejo una pequeña casa. Todos dormiremos en lo que fue la cocina-comedor-sala de estar, pero era infinitamente mejor que el coche. El centro del pueblo esta formado por una decena de casas, después se abre y las granjas se distancian.
Cuando llegamos al mediodía, parecía deshabitado. Solo el canturreo de los pájaros rompía aquel silencio abrumador, cuando estábamos a punto de partir. El ganadero, nos pregunto si buscábamos a alguien. -Solo queremos un sitio para descansar esta noche, mañana continuamos viaje. Karla marcando liderazgo sobre los demás, ¿quién le había dicho a ella que hablase por todos nosotros?, estoy seguro que ninguno, salvo ella, había pensado quedarse a pasar el día en esa aldea.
Para nuestro asombro, el anfitrión, nos acogió y nos trajo aquí. Esta tarde he dado un paseo solo. Conocí al resto de los pocos vecinos que formaban la comunidad. - ¿A venido a ver a alguien de Gmünd?. Yo saludaba y movía la cabeza negativamente.
Eva me ha seguido con la mirada mientras recorría las tres calles del pueblo, apareciendo y desapareciendo de su vista, no ha venido. Para mis adentros, se lo he agradecido.

No hay comentarios: